marcha feminazi

Posted on marzo 7, 2012

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Por un 8 de marzo feminazi


¿Por qué nos llaman feminazis?
En 2004 se aprobaba la llamada “Ley de Violencia de Género”, al poco de llegar el PSOE al gobierno. Desde entonces y hasta ahora, cuando el PP evalúa cambiarle el nombre (pero no derogarla), se ha evidenciado el papel discriminatorio y anti-igualitarista de la ley. Al mismo tiempo, la violencia ejercida contra lesbianas o transexuales ha sido excluida. Pese a esto, los grupos feministas del Estado mayoritariamente no han elaborado ninguna crítica importante contra ésta, dejando la puerta abierta a que un grupo de hombres se hayan presentado como víctimas acosadas y perseguidas por el “feminismo”, además de acusaciones de que el “feminismo” (no feminismos) sólo sirve para dividir los géneros.
Rechazamos al feminismo institucional tanto como al heteropatriarcado. La liberación de mujer y demás identidades sexuales proscritas nunca se llevará a cabo mediante reformas legislativas ni programas de partidos políticos. De hecho, todo lo contrario, como demuestran estos casos. El resultado fue y sigue siendo hacer de la mujer una categoría sexual incapaz de luchar contra la violencia machista por sí misma, enterrarla dentro de la condición de “víctima” y evitar que se empodere. Supone que siga siendo la única opción que solicite ayuda a instituciones del Estado (como los juzgados, la policía… aquellos que mientras tanto siguen y seguirán atacando todo lo que rompa la normas heteropatriarcales que someten a la mujer) en lugar de juntarse con otras agredidas más y enfrentarse al sexismo con uñas y dientes.
Del mismo modo rechazamos el oportunismo de quienes, aprovechando este nuevo ataque del heteropatriarcado, nos insultan mediante pintadas, pegatinas y mensajes en Internet llamándonos “feminazis”. Irónico al comprobar que son precisamente las nazis quienes se autodenominan “antifeministas” y quienes reconocen no querer el fin del sistema de opresión por sexo y género, al igual que estos sujetos que nos atacan a nosotras, en vez de estas prácticas estatales.
.
Apostamos por la autoorganización de las mujeres, bolleras, maricas, trans y demás damnificadas por el patriarcado. Y si por eso nos llamáis “feminazis”, entonces viva el 8 de marzo, día de la mujer feminazi.

El fantasma del hembrismo
es tan fantasma
como irreal;
aparece y desaparece
a su antojo
cuando las luchas feministas
comienzan a hacerse demasiado reales.

Nubla la vista
nubla las gafas violetas
para no dejarnos  recrear  el mundo.

Hablemos en serio.

Esto era sólo una performance (¿sólo?)
pero hablar de imposición, de nazismo
en las luchas feministas
es hacernos de nuevo falsamente cómplices
de un sistema que no defendemos.

Es obsceno afirmar que perseguimos a los hombres
o a las personas diferentes,
cuando sólo los feminismos han permitido la diferencia en su interior.

Es ruin y duele
como toda afirmación sin argumentos
Quizá son las personas que lo afirman
las que no luchan por extirpar estos fantasmas
de su interior
Es demasiado trabajo…

Por eso, hoy queríamos leer este comunicado
queríamos ser pedagógicas y no impositivas.

Esto que a nadie ha gustado
(es más fácil creer en fantasmas que ser críticas)
sólo quiere invitaros
a que eliminemos los fantasmas
y luchemos con uñas y dientes
contra todo sexismo.

Lo contrario sería verdaderamente
permitir la violencia.


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